¿Cómo elegir puertas de interior?

Las puertas interiores son una pieza clave en cualquier vivienda. Las puertas, no solo sirven para separar las diferentes estancias de la casa haciendo de barrera térmica y acústica, sino que, gracias a su diseño, se han convertido en un elemento más de decoración. Por eso, en el artículo de hoy te damos todas las claves a la hora de elegir correctamente las puertas de interior.

Claves al escoger puertas interiores 

El escoger un tipo de puerta u otro dependerá de muchos factores como el espacio disponible o el presupuesto disponible; por eso, a continuación, explicamos los diferentes tipos de puertas que existen y las características de cada una de ellas para que, teniendo en cuenta todos estos aspectos, la elección de la puerta interior sea mucho más sencilla.

Puertas según su sistema de apertura

El primer paso a la hora de elegir puertas interiores es escoger el sistema de apertura que mejor se adapte a nuestros gustos o necesidades. En este sentido, según el sistema de apertura, nos encontramos, principalmente, con tres tipos de puertas.

• Puertas abatibles: las puertas abatibles son aquellas que se abren hacia el interior de la estancia, haciendo que ocupen todo ese espacio del recorrido. Dentro de esta primera clasificación, existen diferentes tipos de puertas abatibles en función de si están compuestas por una sola hoja o por dos, y si estas son con vidriera, cristal o ciegas, es decir, sin nada.
• Puertas correderas: las puertas correderas tienen una gran ventaja y es que permiten aprovechar al máximo el espacio, pudiendo llegar a ganar hasta 1,5 metros cuadrados con respecto a una puerta abatible. Dentro de este tipo de puertas se pueden diferenciar dos tipos: las puertas correderas visibles y las ocultas. La diferencia entre ambas es que las puertas correderas ocultas se encastran en el tabique, mientras que las puertas correderas visibles van sobrepuestas a una pared sobre unas guías, por lo que ese espacio debe quedar libre. Este tipo de puertas, están de moda, pues son ideales para espacios pequeños.
• Puertas plegables: la característica principal de este tipo de puertas es su apertura en forma de acordeón, siendo una opción más económica, pues no requiere de obras. De igual forma que las anteriores, son ideales para espacios reducidos.

Puertas en función de los materiales

Otro de los aspectos a tener en cuenta a la hora de escoger puertas es el material. En este sentido, podemos encontrar:

• Puertas de madera: en lo que respecta a puertas de madera, pueden ser de madera maciza o puertas huecas. Por un lado, las puertas de madera maciza son muy resistentes y aislantes, pero al ser tan robustas son más pesadas, mientras que las puertas de madera huecas, al estar recubiertas por chapa de madera, pero cuyo interior es de cartón de nido de abeja, hace que sean más ligeras.
• Puertas de cristal: dentro de las puertas acristaladas existen infinidad de tipos. Pueden ser de cristal liso o con vidriera, pueden ser correderas o abatibles, pueden ser completamente de cristal o de madera con el interior acristalado, etc. La principal ventaja de contar con puertas acristaladas, es que permiten que entre más luz creando espacios más amplios.
• De materiales sintéticos: otra opción más asequible son las puertas de materiales sintéticos fabricadas en tableros de DM, es decir, Densidad Media, sobre los que se coloca un papel o vinilo que simula la madera.
• Puertas chapadas: en este tipo de puertas, se utilizan aglomerados o bases de DM fabricados a partir de fibras de madera y se coloca una chapa de madera por encima que lo cubre.
• Puertas lacadas: las puertas lacadas, igual que las chapadas o las de materiales sintéticos, se hacen sobre una base de DM, pero, a diferencia de las anteriores, se les aplica un esmalte o laca con pistolas pulverizadoras.

Escoge el color de las puertas

El color de las puertas es una elección más personal; sin embargo, hay una serie de recomendaciones a tener en cuenta como, por ejemplo, emplear puertas blancas, de colores claros o incluso de cristal para aquellas estancias pequeñas en las que se busca conseguir una sensación de mayor amplitud. Por otro lado, para estancias luminosas, se pueden emplear otros colores o tonalidades, pudiendo tener en cuenta el diseño y que las puertas se conviertan en un elemento decorativo más.

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